lunes, 9 de enero de 2012

Suerte Perra


Existe la frase "El destino no tiene favoritos" y existe gente como yo, las personas que justifican la existencia de esa frase.

Ha pasado ya una buena cantidad de meses desde la embarrada que hice y creo yo que ya es momento de buscar una solución para esta situación que me tiene bastante incomodo. Y eso es lo que estoy intentando hacer hace varios días, sin éxito obviamente por mi falta de valentía (en verdad es porque tengo temor de la manera en como reaccione al verme). Pero en mis faltos arranques de decisión, han sido varias las veces que he salido de mi casa con dirección a la suya y simplemente desistía en camino, me quedaba parado frente a la puerta o me iba al parque a esperar ver algo que me envalentone y decida tocar el timbre para que podamos hablar.

Hoy fue uno de esos días en los que me quedo sentado en el parque esperando una "señal". Como no quería parecer un loco sentado en medio del parque de la nada, saque a mi perro para tomarlo como perfecta excusa: salí a pasearlo. Y así estuve varios minutos sentado, esperando que algo pase. Hasta que paso: vi a lo lejos que salió de su edificio con dirección desconocida, y que yo debería conocer para poder "encontrarnos de casualidad". Así que no perdí el tiempo y me moví entre los edificios de modo tal que podía ver lo que hacia sin que me vea; y pude confirmar mi sospecha: solo fue a comprar, regresara a su casa! Debía decidir rápido! Voy hacia la tienda o espero en la entrada a su edificio? Debo aceptar que no pensé en ese momento, simplemente seguí caminando y torpemente termine estando frente a ti. Tu seguiste tu camino como si yo no existiera y con las justas me respondiste el saludo con un 'hola, como estas?' que obviamente fue por compromiso. Debía decidir que hacer y debía decidirlo rápido. Decidí seguir sus pasos... total, si decía las cosas en algún momento tendría que escuchar lo que digo y asumo que respondería las verdades que iba a decir. Así que torpemente, di media vuelta para ir detrás tuyo y en ese movimiento algo paso con mi perro, que soltó su cadena... y siempre que le sueltan la cadena a un perro, este se va corriendo como loco en cualquier dirección. No sabía si seguir a mi perro o a ti para que me escuches... si, voy detrás del perro y regreso corriendo a verte. Así que voltee nuevamente pero esta vez para seguir al perro y cuando termino de dar la vuelta alguien grita mi nombre. Era una amiga del colegio que me pasaba la voz porque me vio. No me quedó de otra que cruzar la pista y saludarla, y ver como poco a poco avanzabas hasta entrar a tu edificio. Seguí hablado con la amiga que me saludo hasta acompañarla a su casa y luego regresar, no sin antes renegar de mi mala suerte: primero que cometí la torpeza de no esperarte en la entrada a tu edificio, luego que se me escapara el perro y como corolario, que me encuentre con una amiga en un momento no muy idóneo.

Lamentablemente, perdí una oportunidad de oro para aclarar las cosas y no se si en algún momento vaya a tener una oportunidad así de cercana para por fin aclarar este tema.